Siempre que sea necesario y/o el asesorado lo solicite. Pero, aunque suene extraño, lo ideal sería no hacer ningún cambio en todo el periodo, ya que si algo está funcionando bien ¿Por qué modificarlo? A pesar de eso, es muy difícil calcular con exactitud todos los parámetros a modificar, puesto que depende en gran medida de la evolución que se vaya teniendo. Generalmente, es necesario hacer algún ajuste cada 2 semanas máximo.

En cuanto al entrenamiento, la clave para ver resultados es el principio de adaptación, por lo que si la rutina se cambia por completo continuamente, no resultará efectiva y los resultados no llegarán. Por eso el entrenamiento es mucho más estable que la alimentación mientras se estén consiguiendo los objetivos deseados. Sin embargo, si es posible que haya que aplicar algunas correcciones en las variables del entrenamiento dependiendo de las sensaciones del asesorado.